Hoy estoy triste.
No conozco con exactitud las razones, pero las intuyo. Y son tan estúpidas que no me apetece explicarlas aquí.
Baste decir que estoy triste. Camino con zancadas pequeñas, pesadas y lentas, con la cabeza gacha como si en el suelo estuviera la solución a mis problemas.
Me muevo sin fuerzas, como ido, como un zombi en medio de un desierto.
Hay días en los que no merece la pena nada. Es mejor irse a dormir. Al menos en sueños las cosas funcionan como uno quiere, siempre que no sean pesadillas.
Lo dicho, hoy estoy triste.
viernes, 16 de mayo de 2008
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4 comentarios:
Espero que las causas se dispersen, que a día de hoy ya no estén por ahí, o no aparezcan como tan malas como ayer.
Un saludo!
Es posible que las causas hayan crecido, pero es algo que no puedo controlar, así que es absurdo intentarlo.
Querido Javier: un abrazo y mucho ánimo,
Diego
Gracias por el apoyo.
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