lunes, 22 de octubre de 2007

DE CONFERENCIA A CONFERENCIA, Y TIRO PORQUE ME TOCA

Andamos ahora en la universidad de ciclo de conferencias, las XVI Jornadas Filosóficas, ni más ni menos. Este año las organiza el profesor Fernando Calderón, y tienen el interesante título de "Filosofía y Viajes".
Supongo que hay gente a la que no le gusta viajar, pero yo creo que siempre es un placer, porque no solo descubres lugares y culturas diferentes, sino que amplías tus miras al mundo. Y esto me ha recordado a un momento en el bautizo de mis sobrinas, en el que, tras escuchar el sermón del cura, que no me pareció en absoluto el típico sermón del cura rancio que solo quiere hablar de Dios y de la Iglesia, pensé: "tal y como piensa este buen hombre, tiene que ser un tipo que ha viajado". Luego se lo pregunté, y me dijo que había sido misionero en África, en Uganda y Burundi, concretamente. Comentándolo ayer con mi hermano, coincidimos en que los curas que han ido de misioneros a lugares como estos, se desprenden de sus topicos de seminario y se alejan del mundo lo suficiente como para verlo con perspectiva. Por decirlo a lo mundano, se sacuden la caspa vaticana y ven el mundo cruel que se supone Dios ha creado (la duda tiene que surgirles inevitáblemente).
En una de las conferencias de hoy, concretamente la del Profesor Drouin (si, es francés; no, no hablo francés; si, la he entendido; si, tenía la traducción), se ha mencionado una postura de Rousseau con respecto a los botánicos. Más o menos venía a decir que el botánico que conoce las plantas en un invernadero y que no ha salido de su jardín en Ginebra, tiene menos perspectiva científica (vamos, que sabe menos) que el botánico que ha observado las mismas plantas en su hábitat natural.
Esto me ha llevado, como no, a reflexionar, y ha dado como resultado este post. Realmente, no he sacado ninguna conclusión porque mi reflexión aun no ha terminado, pero lo voy escribiendo por si acaso se me olvida mañana que tengo que seguir cociendome los sesos.
De todas formas, lanzo la pregunta al aire: ¿Sabe más el que más ha leido, o el que más ha vivido? ¿Sabe más el turista, o el viajero?

domingo, 7 de octubre de 2007

PRIMERA SEMANA

Bueno, ya hemos terminado casi por completo nuestra primera semana. Las clases no han ido nada mal, las asignaturas tienen muy buena pinta, y la gente está animada y contenta, al menos es la impresión que me da a mi. Tenemos nuestros problemillas, como ese de la subida de las matrículas de universidad más o menos el doble que la subida del IPC, pero ya está planeada una protesta este miércoles, una cacerloada a mediodía, aproximádamente, en la Plaza de Santa Cruz, frente al palacio. Procuraré sacar alguna foto del evento y contar lo ocurrido.
En mi caso particular, sigo con la mayoría de las ilusiones intactas, salvo por lo de periodismo, pero bueno, armado de paciencia se puede hacer todo. Griego con Henar, como siempre, divertido y estimulante, siempre salimos de clase con un tema más para discutir con los amigos, como dice ella. Filosofía del lenguaje, con Cristina Corredor, es probablemente, la asignatura que más me llama de este año, y una de las que más ganas tenía en la carrera, así que será dificil que me decepcione. Lo mismo puedo decir de Teoría del conocimiento, con Leónides, cuyo temario está bastante relacionado con la asignatura anterior. Sí, no se me olvida Historia de la Filosofía Moderna, con el serñor Fartos, que bueno, ya sabemos todos por donde va a ir, ni más ni menos. En cuanto a Filosofía de la Biología, con Fernando Calderón, no es ni más ni menos que lo que me esperaba, un nuevo punto más para introducirme en la filosofía de la ciencia, una de las disciplinas que más me interesa. Y por último, Árabe, mi perla exótica de este año, uno de mis proyectos favoritos, y mi desafío personal para este curso.
Como véis, estoy bastante contento. Lo cierto es que solo recuerdo un año en el que empecé tan contento: primero. Ahora, ya en tercero, haciéndonos viejos, vamos encontrándole el gustillo a cosas que al principio creíamos que nos iban a aburrir o decepcionar. Así trascurre nuestra carrera, a grandes rasgos, al menos para mí.
No quiero aburriros más, sé que estas cosas no interesan demasiado, pero bueno, me perdonaréis que de vez en cuando haga alguna reflexión sobre cómo marcha todo por la facultad, ¿verdad?
Un saludo a todos, feliz Domingo, disfrutad dela revancha de Alonso en los coches de choque esos que resbalan en la lluvia, y ánimo para empezar la segunda semana.

jueves, 4 de octubre de 2007

PERIODISMO

Mucha gente se pregunta por qué quiero hacer algún día periodismo, qué me atrae de esa profesión hoy día tan corrompida y que nos produce tanto asco, viendo a los payasos de la tele (los malos, no los graciosos) continuar con el circo mediático de sandeces y chorradas acompasadas de adoctrinamiento político e intereses empresariales. Yo les respondo que a mí me atrae otro periodismo, el de la opinión libre y mordaz, el del análisis de la información y el de la tertulia y los debates, el de adelantarse en algunos casos a la realidad, pero siempre respetando los hechos. En resumen, el gran periodismo, el de antaño, el que hoy casi no existe, el que añade un tono de sarcasmo y de genialidad artística a la simple información de teletipos. El de los grandes periodistas.
Hoy ha muerto uno de los grandes. Hoy, queda un espacio vacío para que en el futuro, verdaderos periodistas, con inquietudes y sin pelos en la lengua, con respeto pero con una pizca de temeridad, ocupen su lugar. Carlos Llamas, zamorano, director de Hora 25, en la Cadena SER, ha muerto hoy a los 52 años de cancer de pulmón. El humo que daba ese toque áspero a su voz, le ha matado, y nos hemos quedado un poco más huérfanos del buen periodismo.
Perdonadme por ser tan trágico hoy, y por esta especie de gran epitafio, pero es que, desde el año 92 , ese año de las Olimpiadas, yo me aficioné a la radio, y algún tiempo después solía acostarme todos los días oyendo la voz de este gran periodista. Yo le echaré de menos, espero que su recuerdo no desaparezca entre la mierda de los nuevos adoctrinadores mediáticos, o como se hacen llamar ahora, "periodistas".