sábado, 11 de agosto de 2007

LA SENDA DE LOS ERRORES

Como ya es sabido, una de las cosas que menos me gusta del PP es su actitud de gobierno interno: eso de poner a dedo y de la jerarquía inamovible me suena más a monarquía medieval que a democracia interna. Pero bueno, habiendo perdido las esperanzas en el PP (si es que algún día las tuve), me quedaba observar la democracia interna del resto de los partidos.
Pero ¡ay de mi!, se acabó lo que se daba. El partido socialista, que tenía pocas cosas buenas, pero una de ellas era su división federal, y su "no te metas en mis asuntos sin votación", se viene abajo. Últimamente he observado con pavor como la larga mano de José Blanco y de Zapatero agarraba por las pelotillas a las diferentes chinas que le salían en los zapatos.
Primero fue largar a Bono (que no me cae bien, pero le largaron), después, colocar a López Aguilar en la federación canaria sin preguntar primero, después, "apuestas personales" de Zapatero, como la de Miguel Sebastián en Madrid, o Soraya Rodriguez en Valladolid. Y ahora, como guinda, meter las napias en los asuntos del PSN, y hacer del interés de Navarra un trampolín para las generales.
No es que esté de acuerdo con las chorradas múltiples de los del PP con lo de Navarra vendida a los terroristas, y esas memeces varias. Yo siempre he dicho que quien más beneficiado ha salido por la vuelta del terrorismo y el fin del diálogo ha sido el PP y ETA. Pero lo que han hecho el dúo Blanco-Zapatero con Navarra, es venderla. Todo eso que decían los altos magnates de la gaviota era cierto, salvo porque en vez de vender Navarra a los terroristas y a los vascos (que para el PP suele ser la misma cosa), la han vendido al UPN.
Y un montón de gente me dirá: " es que no es normal gobernar cuando eres la tercera fuerza política en votos". Si es cierto, no es normal, pero es lícito y posible. Y la política se basa en diálogo y en pactos, no en cerrazón e insultos.
Pero bueno, que se le va a hacer. A mi siempre me han gustado estas dos frases: "divide y vencerás" y "el que mucho abarca poco aprieta". Me gusta esa concepción de la división del trabajo, de las competencias (con sus limitaciones, claro), de las responsabilidades... Y tenía a Zapatero por una buena muestra de como llevar a cabo estos ideales. Pero acaba de demostrar que por el camino que sigue, el de interferir en todo como la mano de Dios, a lo único a lo que se llega es a convertirse en el PP. Y si se convierte en algo similar al PP, ¿qué nos queda? ¿tirarnos de los pelos? ¿emigrar?