Creo que el chiste de Sansón de hoy lo dice todo sobre el debate que ha surgido a raíz de la propuesta de Raloy del "contrato" ese raro para los inmigrantes.
No sé lo que opinaréis, pero a mi me hace gracia que las defensas de esta propuesta sean que existe en otros países europeos como Holanda o Suiza.
Por otra parte, en Holanda y Suiza han crecido las propuestas de ultraderecha, y no es menos cierto que la última campaña electoral en Suiza, no era de lo más tolerante e integradora.
Sería interesante que no acabáramos teniendo que ver semejantes burradas en nuestro país, pero tengo miedo de que ciertos sectores estén allanando el camino para que esto ocurra.
Las últimas declaraciones de Arias Cañete desvelan que es el típico cachondo españolete de los que se apalanca en la barra de un bar a mirarle el culo a las camareras, vengan de donde vengan, y a criticar a los camareros que no sean españoles.
Lo cierto es que me da bastante vergüenza ajena la gente como Cañete, pero de todo tiene que haber.
Hoy, más que nunca, siendo el país que más inmigrantes recibimos del mundo después de EEUU, sería apropiado que reflexionáramos sobre la manera en que vamos a gestionar esta situación. Pero mientras los políticos sigan lanzandose soflamas como estas los unos a los otros, tenemos serios problemas.
Perdonad si he sido demasiado alarmista, pero los problemas de verdad merecen un poco de realismo, y menos idioteces como lo de las "costumbres españolas", si es que alguien es capaz de decirme que es eso, porque supongo que no vamos a obligar a los inmigrantes a ir a misa los domingos, a los toros en ferias, a comer jamón aunque sean musulmanes, y a adorar al líder (alabado sea Ánsar). Un poco de seriedad, por favor.
No sé lo que opinaréis, pero a mi me hace gracia que las defensas de esta propuesta sean que existe en otros países europeos como Holanda o Suiza.
Por otra parte, en Holanda y Suiza han crecido las propuestas de ultraderecha, y no es menos cierto que la última campaña electoral en Suiza, no era de lo más tolerante e integradora.
Sería interesante que no acabáramos teniendo que ver semejantes burradas en nuestro país, pero tengo miedo de que ciertos sectores estén allanando el camino para que esto ocurra.
Las últimas declaraciones de Arias Cañete desvelan que es el típico cachondo españolete de los que se apalanca en la barra de un bar a mirarle el culo a las camareras, vengan de donde vengan, y a criticar a los camareros que no sean españoles.
Lo cierto es que me da bastante vergüenza ajena la gente como Cañete, pero de todo tiene que haber.
Hoy, más que nunca, siendo el país que más inmigrantes recibimos del mundo después de EEUU, sería apropiado que reflexionáramos sobre la manera en que vamos a gestionar esta situación. Pero mientras los políticos sigan lanzandose soflamas como estas los unos a los otros, tenemos serios problemas.
Perdonad si he sido demasiado alarmista, pero los problemas de verdad merecen un poco de realismo, y menos idioteces como lo de las "costumbres españolas", si es que alguien es capaz de decirme que es eso, porque supongo que no vamos a obligar a los inmigrantes a ir a misa los domingos, a los toros en ferias, a comer jamón aunque sean musulmanes, y a adorar al líder (alabado sea Ánsar). Un poco de seriedad, por favor.
5 comentarios:
No sé, a lo mejor entre las preguntas que figurarán en el examen estarán algunas como "¿Pegas a tu mujer cada día?", "¿Desconfías de las personas que pertenecen a culturas distintas?", o "¿Tu espíritu democrático es prácticamente nulo?". Si contestas a todas que sí, entonces estás bien integrado en la cultura española.
Es que no me jodas, a estas alturas de la historia tenemos que presenciar semejante auge de racismo. Ya sabía yo que, si desconfiaba de las banderas, era por una buena razón.
Que nos sea leve.
Confiar en algo como una bandera, una idea de "costumbres", y semejantes sandeces, hace que el que confía se vuelva fanático. Me da a impresión que al final tendremos que emigrar todos para huir de los fanáticos. Lo malo es que no sé a dónde ir.
Joder, el caso es que yo tampoco tengo ni idea de adónde largarme. De todas formas, no sé por qué, sufro menos cuando intento arreglar los problemas de otro país, por estremecedores que sean (léase Colombia o Chipre, que por cierto, en éste último también hay cosas que se las traen). En el caso de España... Es que me duele.
A ver si al final los más patriotas vamos a ser nosotros... ya sería irónico.
Uffff... Quita, quita. Que me estremezco.
Publicar un comentario